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La salud mental en San Fernando (II)

AFEMEN se creó en San Fernando hace 34 años con el fin de reivindicar las necesidades y defender los derechos de las personas con Trastornos Mental Grave (TMG)

Publicado: 23/03/2025 ·
13:57
· Actualizado: 23/03/2025 · 13:57
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Autor

José Antonio Jiménez Rincón

Persona preocupada por la sociedad y sus problemas. Comprometido con la Ley y el orden

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Desde AFEMEN se ha venido reivindicando desde hace varios años la realización de obras de mejora de la unidad de agudos del Hospital de Puerto Real, agradeciendo dicha asociación que por fin se estén llevando a cabo. Si bien, esto conlleva implantar unos protocolos restrictivos durante las obras, como es la reducción de camas que destapa la realidad poniendo en evidencia la falta de recursos con los que cuenta la Salud Mental. Aun así, el SAS no lo considera como un grave problema, ya que, con las 14 camas activas, más la disponibilidad de camas en el Hospital de Jerez, en principio cubrirían prácticamente la totalidad de las necesidades que puedan existir durante la duración de la reforma tan anhelada.

La Asociación AFEMEN se creó en San Fernando hace 34 años con el fin de reivindicar las necesidades y defender los derechos de las personas con Trastornos Mental Grave (TMG) y sus familiares, tras la reforma del sistema de salud mental con objeto de contribuir, en coordinación con las unidades de salud mental, a dar respuestas a la falta de recursos y las necesidades de la población con TMG dentro del ámbito socio sanitario, con el objetivo general de la recuperación e inclusión social de este colectivo. Las alteraciones psiquiátricas generan discapacidad y disfunción social en una población que, tras los cierres de los antiguos hospitales psiquiátricos, en la mayoría de los casos, volvieron a ser acogidos por sus familias.

Las personas con enfermedades mentales iniciaron su integración en la sociedad a partir de la reforma de la salud mental. La complejidad de las patologías que componen los trastornos mentales graves, el estigma y el rechazo que los problemas psiquiátricos han tenido a lo largo de la historia, la exclusión social que ha generado, las dificultades que padecen las familias para la convivencia y el normal desarrollo de un entorno familiar sano requieren de políticas públicas que resuelvan muchos problemas aun sin resolver. Asociaciones como AFEMEN intentan dar respuesta a gran parte de esos problemas. Para ello necesitan apoyo de las instituciones públicas y sobre todo financiación.

AFEMEN, asociación que incluye tanto a familiares como a personas con TMG, desarrolla en San Fernando actividades dirigidas a las familias como son atención psicológica a través de Escuelas de Familias y grupos de auto ayuda, apoyo psicológico individualizado y asesoramiento. En cuanto a los usuarios con trastorno mental grave, ofrece programas psicoeducativos, ocupacionales, formativos, etc., todo ello en coordinación con el equipo de profesionales de la USMC. AFEMEN atiende a un importante número de personas (alrededor de 100 entre usuarios y familiares), número que tras la pandemia se va incrementado exponencialmente. El sistema sanitario provee de los tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos a través de las Unidades de Salud Mental Comunitaria pero el apoyo a las familias y la integración social de las personas con TMG lo realiza la asociación con medios propios a través de subvenciones, cuotas de socios o donaciones.

El procedimiento para acceder a esas subvenciones, en San Fernando de origen municipal principalmente, obliga a hacerlo en convocatorias anuales para proyectos de organizaciones y entidades de iniciativa social donde concurren también otras asociaciones como Reyes Magos, UPACE, Cruz Roja, AECC, etc. Convocatorias a la que cada año se suman más proyectos a financiar por las organizaciones concurrentes pero que mantiene el mismo presupuesto anual de un total de 160.000 euros al menos desde 2020.

AFEMEN recibió a través de esas subvenciones municipales en 2024 solo 13.356 euros (el Consejo de Cofradías recibirá 26.000 euros para una exposición, por ejemplo) para realizar programas psicoeducativos, de desarrollo cognitivo, y para el resto de actividades culturales y deportivas que organiza a lo largo del año, para lo que cuenta en su Centro social con un monitor de lunes a viernes en horario de 9.30 a 13.30, así como con una psicóloga para la atención a familiares y una trabajadora social, horario y necesidad de profesionales que dejan clara la necesidad de la aportación municipal.

La variabilidad de esas subvenciones, que están sujetas a las disponibilidades presupuestarias anuales en competencia con otras asociaciones, crea una incertidumbre en el funcionamiento del centro que podría resolverse con una subvención nominativa anual fija que garantice la continuidad asistencial del centro. Los servicios que presta la asociación a personas con trastorno mental grave y a sus familiares dentro del ámbito socio sanitario, en algunos casos no los realiza ningún organismo público y en otros es complementario a estos. Desde aquí hacemos un llamamiento al Ayuntamiento para que asuma las ayudas necesarias para que AFEMEN desarrolle sus funciones, entendiendo que éstas las realizan con los familiares y pacientes con TMG censados en San Fernando, a la vez que esperan del sistema sanitario público medidas como programas de prevención en el ámbito familiar y escolar a la población infantil y adolescente; y mejorar la ratio de profesionales aproximándola a la media española.

Para AFEMEN, un asunto prioritario es la falta de plazas residenciales gestionadas por la Fundación Pública FAISEM, para personas usuarias que no cuentan con vivienda, y/o ni familia, o medios económicos. En San Fernando existe una casa hogar con 20 plazas residenciales (para Cádiz, San Fernando y Chiclana de la Fra.) e incluye un Programa de Día de 20 plazas para pacientes. Cerca de 50 personas están en lista de espera en la provincia de Cádiz para obtener una plaza residencial. Y esta carencia ocasiona que muchas personas usuarias lleven varios años en una Comunidad Terapéutica, -que es un dispositivo sanitario de intervención intensiva- por no poder darles el alta, ocupando así plazas que son necesarias para otros pacientes. Y en otros casos, o bien están malviviendo en condiciones precarias, o acaban en la calle. A quien corresponda que se ponga las pilas.

 

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