En los últimos días, más de medio centenar de familias se ha unido a la Plataforma de las Corralas por la Dignidad de Sanlúcar, el movimiento que comenzó a principios de verano con la ocupación de varios inmuebles vacíos propiedad de los bancos y que reivindica ante las administraciones una vivienda digna. Como en aquellos casos, los okupas son sanluqueños víctimas de la crisis, que se han visto abocados a la ocupación al perder sus viviendas víctimas de un desahucio o al carecer de ingresos con el que poder acceder a una vivienda de renta libre.
Las nuevas ocupaciones se han producido en distintos puntos de la ciudad, desde el centro, hasta la urbanización de Martín Miguel, un complejo residencial con viviendas de lujo que desde hace dos meses ocupan seis familias con tres niños pequeños, aunque otras familias llevan cuatro años en estas casas sin terminar propiedad de los bancos.
Otras cinco familias han ocupado unos dúplex en la zona del Botánico. Algunas de estas viviendas pertenecen a particulares, otros adelantaron dinero a la promotora para comprarlas y tres de ellas han sido ocupadas desde hace cuatro meses.
En la calle Trasbolsa, ocho familias, con siete menores han ocupado varias viviendas que ahora pertenecen al ‘banco malo’. Allí conviven con vecinos que adquirieron su vivienda a la promotora, quienes se han alegrado de los nuevos vecinos, ya que aseguran que las casas “estaban cerradas y llenas de bichos”. Objeto de robos han sido, según los okupas, las viviendas ocupadas en Monteolivete, donde faltan tuberías, cables, termos... Ocho familias se metieron hace dos meses en estas viviendas, a las que se suman otras dos en la Barriada Andalucia, también propiedad de los bancos. En la calle Alcoba, son 27 las familias, con 25 niños pequeños que han ocupado viviendas que aún no estaban terminadas y que han sido también objeto de robos. En el Palomar y junto a los juzgados, otras dos familias han ocupado sendas viviendas.
La mayoría de los nuevos okupas llevan viviendo en casas propiedad de los bancos desde hace meses pero no quieren darlo a conocer. Según explican desde la coordinadora del 22M, no es fácil que estas familias quieran dar a conocer su situación, por lo que se estima que podrían ser más de 300 las familias que se encuentran en Sanlúcar viviendo en casas ocupadas. A estas nuevas ocupaciones hay que sumar las ocho corralas existentes en Bonanza, Pirrado, Higuereta, Plaza Jaramillo, Carril de Los Ángeles, El Almendral o La Jara.
SIN CONTROL
Verificar esta situación y comprobar el número total de ocupaciones o de personas que viven en estas casas es una tarea que, a medida que crece la Plataforma de las Corralas por la Dignidad, se complica más.
Los Servicios Sociales municipales visitaron a las primeras familias okupas a principios del verano, cuando se constituyeron en plataforma, y ya entonces las cifras tampoco coincidían. Mientras que la plataforma hablaba de 87 familias, las asistentes sociales sólo pudieron constatar la existencia de medio centenar. En muchos casos, a las familias tampoco le interesa que los servicios sociales tengan conocimiento de sus condiciones de vida, que podría conllevar la retirada de la custodia de sus hijos.