La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta ha confirmado este miércoles el cierre
"de manera voluntaria" de la residencia de mayores
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en la calle
Manuel Siurot, tras una inspección en la que se detectaron
"deficiencias graves", como "incumplimiento de los requisitos materiales y funcionales, sobreocupación y ausencia de autoevaluación".
Amarrados con sábanas, atados a las
sillas de ruedas, y, en ocasiones, consumo de
alimentos caducados, son alguno de los episodios que sufrían los residentes de este centro según han confirmado varios medios de comunicación.
La Junta ha aclarado que el centro,
con 20 plazas, es de titularidad
privada y "no tenía "ninguna plaza en concierto social" con la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (Assda). Las instalaciones fueron objeto de inspecciones por parte de la Delegación territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Sevilla
"en varias ocasiones".
El expediente que ha derivado en el cierre se remonta al pasado
28 de enero. Tras varias visitas de la Inspección, y al detectarse
"incumplimientos graves que no son solucionados", se propuso el cierre de las instalaciones, que se hizo efectivo "de manera voluntaria" el pasado
24 de marzo, según el relato de la Junta.
Una vez comunicada su intención de proceder al cierre, la residencia
avisó a los familiares de los usuarios, que se hicieron cargo de todas ellas salvo de
una persona. En este caso concreto, desde la Consejería de Igualdad se reubicó al usuario en un centro de titularidad pública.
Respuesta de la Fiscalía
El fiscal delegado de Personas Mayores y con Discapacidad de la Fiscalía Provincial de Sevilla,
Norberto Sotomayor, está investigando un
posible delito de abandono.
El delegado de Personas Mayores y con Discapacidad del Ministerio Público en Sevilla ha recibido las actas correspondientes a la citada inspección, que se remontaría al pasado 28 de enero, toda vez que dicho centro arrastraría
deficiencias sin subsanar ya detectadas en
2018, entre otras incidencias.
El centro, con
20 años de funcionamiento a sus espaldas, de titularidad privada y ninguna plaza concertada con la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía, contaba en el momento de la inspección con
19 personas mayores, algunas de ellas sin familia directa, con un
alto grado de dependencia y con diferentes
enfermedades; arrojando las actas de la citada inspección
"graves irregularidades" que superarían el concepto de infracción en el funcionamiento; como por ejemplo deficiencias en las recursos de sujeción de los ancianos, algunos de los cuales habrían sufrido
caídas, o incluso incidencias con la calidad de los alimentos.
Se trataría, según la Fiscalía, de incidencias en materia de
"falta de atención" a las personas mayores, con posibles riesgos en la salud de los residentes de este centro.
Es por ello que el fiscal Norberto Sotomayor investiga un presunto delito de
abandono de personas mayores, una causa que dirige principalmente contra el
director del centro como responsable del mismo.
A tal efecto, el representantes del Ministerio Público incluye en su investigación aspectos como los permisos de la residencia, las inspecciones realizadas por la Administración andaluza en los últimos tiempos y la respuesta del centro ante tales supervisiones.