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Sevilla

Parques y Jardines optará por la vía de urgencia para apuntalar los ficus

El Ayuntamiento de Sevilla inspecciona la estabilidad de los ejes para evitar nuevos fallos en las ramas

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  • Los sevillanos no disfrutarán de la sombra de los ejemplares tras acotarse los espacios diana
  • Resistógrafo y tomógrafo sónico, los dos sistemas de “última tecnología y alta precisión” usados en la Encarnación

El Ayuntamiento de Sevilla optará por la vía de urgencia para instalar los sistemas de apoyo externos o puntales artificiales que recomendaba el informe de 2021 de la empresa Tecnigral para seis de los siete ficus singulares que quedan aún en pie en las plazas de la Encarnación, Cristo de Burgos y Museo tras el vuelco que sufrió en 2022 uno de los ejemplares de la Encarnación, mientras siguen los trabajos de análisis del que sufrió la fractura en uno de los ejes principales del que sigue majestuoso junto a las Setas.

Así lo confirmaba ayer la delegada de Limpieza y Parques y Jardines, Evelia Rincón, en un comunicado, en el que adelantaba que tras los resultados de los diferentes trabajos de investigación que están realizando, principalmente en el ficus siniestrado el pasado domingo en la Encarnación, tomarán decisiones. Así anunciaba que informarán de “los distintos proyectos que vamos a sacar adelante por urgencia para poder apuntalar los ejemplares de la plaza del Cristo de Burgos, plaza del Museo y La Encarnación. Estas medidas ya se indicaban en los informes del 2021 que el Gobierno de Antonio Muñoz no llevó a cabo suponiendo una irresponsabilidad”, apuntaba.

Ese informe, realizado sobre los ocho ficus que existían en las tres plazas, se ha quedado obsoleto para uno de ellos, el que se desplomó en la Encarnación el año pasado, pero no para los siete restantes, en los que se recomendaban una serie de medidas comunes, como son los sistemas de sustentación aéreas para asegurar ramas y ejes conforme a su crecimiento, y en seis, todos menos uno del Museo, veían necesarios los puntales externos.

En torno a los 61.000 euros estimaban el coste inicial de estos trabajos, aunque aclaraban que sólo era una aproximación hasta analizar caso por caso, y dado que tendrán que actualizarse la situación de los ejemplares, especialmente porque una de los puntales iba en el eje fracturado el domingo, es posible que el proyecto sufra modificaciones.

 

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Además, influirá el hecho de que ya se están llevando a cabo alguna de las medidas que se proponían, como es el caso de la ampliación de los parterres, que Rincón aseguraba este jueves que ya estudia la Gerencia de Urbanismo para realizarlo en las tres plazas. Lo que sí ha comenzado es la acotación del paso peatonal “junto a las copas de los ficus de la plaza del Cristo de Burgos y se han trasladado los bancos más cercanos a los ejemplares, como anunciamos, para evitar posibles caídas de ramas”, medidas que se llevarán a cabo también en la plaza del Museo y de la Encarnación, por lo que los sevillanos y visitantes se verán privados de la sombra bajo las copas de estos frondosos ejemplares.

También estudia la Gerencia de Urbanismo “la ampliación de los parterres de estos puntos”, aunque el informe de Tecnigral dejaba muy claro que la vuelta a la cota original del terreno debía ser “progresiva y espaciada en el tiempo”, de forma que raíces y cuello del ejemplar se fueran adaptando y no provocar una abrupta ruptura o fallo irremediable en el árbol.

 

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Mientras, el área de Parques y Jardines ya  ha iniciado los trabajos de inspección del cuello del tronco del ficus de La Encarnación tras la reducción de la copa para estabilizar el ejemplar. Así, según Rincón, se están usando “dos sistemas de última tecnología y alta precisión” para medir la densidad y cuál es el alcance de la pudrición. Estos dos sistemas son un resistógrafo para comprobar es el estado interior de la madera, que volumen está sano, y un tomógrafo sónico, que realiza una especie de radiografía del tronco.

Con ellos se comprobará la estabilidad de los ejes de las ramas y “anticiparnos a un fallo similar” al del domingo, para después proceder a una “segunda fase de inspección para valorar posibles riesgos de vuelco en el que analizaremos el estado de tronco del cuello original que tenía este árbol en 2009 cuando se hicieron las obras de La Encarnación”.

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