La mujer de 50 años de edad que ha sido apuñalada por su marido en la madrugada de este viernes en la vivienda que ambos compartían en una urbanización de Tomares (Sevilla) permanece ingresada estable dentro de la gravedad, con heridas en cuello y manos, en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Fuentes del referido centro hospitalario han informado a Europa Press de que la mujer está ingresada en el área de Urgencias, donde está recibiendo una serie de cuidados específicos, aunque afortunadamente las puñaladas sufridas a manos de su marido no han afectado a ningún órgano vital.
De su lado, tanto el presunto agresor, de 45 años, como la hija de ambos, de 14 años, están ingresados en el Hospital San Juan de Dios de Bormujos, donde el primero se encuentra en estado grave con politraumatismos, mientras que la menor está estable y presenta una serie de heridas que no revisten gravedad, según las fuentes consultadas por Europa Press.
Varias llamadas de vecinos alertaron sobre las 3,16 horas de gritos de una mujer procedentes de una casa unifamiliar ubicada en el número 8 de la calle Fuente Manzana de la urbanización Fuente Aljamar de Tomares, ubicada frente a la jefatura de la Policía Local.
Según los primeros datos, el hombre habría apuñalado con un arma blanca a su mujer, de 50 años, en una refriega en la que también resultó herida superficialmente la hija de 14 años de la pareja, tras lo que el presunto agresor intentó suicidarse saltando por el balcón de la vivienda.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local y efectivos de los servicios sanitarios del 061, que trasladaron a la mujer al Virgen del Rocío y tanto a su hija como al presunto agresor, que fue hallado en el exterior del inmueble inconsciente pero con respiración, al Hospital San Juan de Dios de Bormujos, donde el hombre se encuentra custodiado por agentes de la Benemérita.
El Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla investiga los hechos, que inicialmente han sido clasificados como un presunto caso de violencia de género en el ámbito familiar.
Hay que recordar que el supuesto agresor no había sido denunciado de manera previa ni contaba con ningún tipo de medida cautelar, como por ejemplo una orden de alejamiento respecto a las víctimas.