La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha constatado el precinto de un bar de la plaza de Montesión que carecía de licencia de apertura y autorización para instalar veladores y que había sido denunciado por continuas molestias a los vecinos de este enclave, al mantener su actividad durante la madrugada con conciertos y música a "elevado" volumen.
En una resolución fechada el 12 de noviembre y recogida por Europa Press, el departamento de Maeztu da cuenta de una queja promovida por una vecina de Sevilla que exponía que "desde finales de 2013, venía sufriendo las molestias generadas desde un establecimiento hostelero situado en la plaza de Montesión".
En concreto, denunciaba la "disposición de veladores en la vía pública, que no son retirados hasta pasadas las 2,00 horas de la madrugada, vulnerando la normativa sobre cierre de locales y veladores del Ayuntamiento de Sevilla, así como la realización de conciertos, tanto dentro del local como en la vía pública".
"Los días que no celebra conciertos de música en directo, los responsables del local ponen música a un elevadísimo ruido", advertía esta vecina en su denuncia, en la que además daba cuenta de que "los dueños del local están ofreciendo a sus clientes comida preparada en barbacoas en la calle, generando humos y olores, y sin ningún tipo de control sanitario, poniendo en riesgo la salud de los consumidores".
SIN LICENCIA
Esta vecina manifestaba además que "había denunciado en varias ocasiones estos hechos al Ayuntamiento, personándose los agentes de la Policía Local", que siempre según la interesada, le habían adelantado que "el local carecía de licencia de apertura, de veladores y que la realización de conciertos era una actividad reservada a un tipo de local denominado sala de fiesta, por ser los únicos que disponen de las condiciones de aislamiento acústico preceptivo que evitan ruidos molestos a los vecinos".
Y aunque a finales de septiembre de 2014 "le informaron verbalmente de que se había dictado una resolución acordando la clausura del local y la imposición de una sanción económica a su responsable de 3.000 euros", la denunciante avisaba de que el local "permanecía abierto en el mes de noviembre", por lo que solicitó la ejecución de la citada resolución de cierre.
"A pesar del tiempo transcurrido y de las innumerables molestias que la actividad del bar causa a los vecinos, y lo que es más llamativo, a pesar de la existencia de una resolución del Ayuntamiento de Sevilla en la que se acuerda la clausura de un local que no tiene licencia de apertura ni de veladores, el mismo sigue abierto y continúa con total impunidad con el desarrollo habitual de su actividad", manifestaba la vecina en su queja al Defensor del Pueblo Andaluz, avisando de que "esta situación causa un grave desasogiego a los vecinos de la plaza, que ven como el Ayuntamiento, a pesar de las solicitudes de los vecinos, no ejecutan sus propios actos ni resoluciones".
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz dio curso a la queja en cuestión, solicitando información al Ayuntamiento, que acabó comunicando que en "mayo de 2015", la Policía Local había precintado el bar en ejecución de la mencionada orden de clausura, dando Maeztu el caso por solucionado al trasladar tal extremo a la interesada y no formular alegaciones la misma.