José Enrique, uno de los tres bomberos sevillanos arrestados en la isla griega de Lesbos cuando realizaban tareas de rescate de refugiados, y puestos el sábado en libertad, se mostró ayer convencido de que la Guardia Costera griega “quería dar un escarmiento” con las detenciones.
José Enrique ha declarado en Canal Sur Radio que antes de ser detenido, junto al resto de miembros de la organización humanitaria Proem-Adid, había estado haciendo los rescates de refugiados “en coordinación” con los guardacostas griegos.
Por ello, ha considerado que los arrestos pueden deberse a “un toque de atención” por parte de la Guardia Costera para demostrar que “allí mandan ellos”.
No obstante, ha afirmado que este “posible escarmiento se les fue de las manos”, y ha recordado que en lugar de imponerles una multa o sanción administrativa se les ha acusado de un delito “muy grave como es el tráfico de personas”.
“Estamos bastante mejor y más tranquilos. Desde que hemos salido no hemos parado de dar las gracias a todo el mundo que nos ha apoyado”, ha manifestado el bombero, que ha dicho sentirse “muy querido” por el afecto y apoyo recibido desde España.
Cambio de efectivos
Los tres bomberos sevillanos detenidos el jueves, bajo una acusación de un presunto delito de tráfico de personas, fueron puestos el sábado por la noche en libertad y tienen previsto partir este lunes por la noche con destino a Sevilla, donde se prevé que lleguen el martes por la tarde.
En declaraciones a Efe, Antonio Reina, presidente de Proem-Aid, la asociación humanitaria a la que pertenecen los bomberos, ha informado de que esperaban el regreso de los tres bomberos coincidiendo con el cambio de quincena de enero.
Precisamente, este domingo partieron seis bomberos más -cinco de Sevilla y uno de Valencia- hacia Lesbos para darle el relevo a los tres que fueron detenidos y que fueron puestos en libertad tras declarar ante el juez, que les impuso una fianza de 5.000 euros a cada uno.
Según indicó a Efe el abogado de los españoles, Jaris Pétsikos, los españoles tienen un mes para depositar el dinero, que sirve como garantía de que volverán a Grecia en caso de que las autoridades helenas les reclamen.