El episodio de fuerte hedor detectado en la barriada Guadalquivir de Coria del Río (Sevilla), que ha derivado no sólo en protestas, sino en cefaleas y picores en decenas de vecinos del municipio, ha comenzado a remitir, según defiende en un comunicado el alcalde, Modesto González (PA).
Mientras la situación derivaría de la presencia de dos sustancias perniciosas pero no cancerígenas en las tuberías residuales de Coria del Río: concretamente fenol y dimetilacetamida, el alcalde ha expuesto que tras la instalación de un extractor industrial junto al río para mitigar los efectos de los gases en la red de saneamiento, los vecinos de la barriada Guadalquivir habrían trasladado que el hedor "se ha reducido considerablemente" y esta última noche han podido descansar al fin.
El alcalde ha informado además de los avances para la resolución del problema. En este sentido, esta misma mañana ha mantenido una reunión en la que han intervenido miembros de la Facultad de Química de la Universidad Hispalense, de la Universidad de Málaga, de Emasesa y de la Agencia de Medio Ambiente, con objeto de encargar y coordinar los distintos estudios de calidad ambiental, calidad del agua y situación de la red de saneamiento.
Así, la Agencia de Medio Ambiente realiza ya un estudio activo junto al extractor industrial, que permitirá ver la evolución de los componentes que se encuentran en el ambiente, mientras el lunes empezarán los estudios del agua y de los sedimentos en la red de saneamiento.
En total, se van a realizar tres estudios: uno por parte de la Agencia de Medio Ambiente, otro por Emasesa y otro más por parte de la Universidad de Sevilla. El objetivo es contrastar resultados, todos ellos certificados tanto en la toma de muestras como en la interpretación de los mismos. Emasesa, por su parte, ha anunciado que está preparando la obra de sellado del emisario de Aljarafesa que consistirá en la acotación de la barriada por zonas para detectar el origen y la procedencia de los gases.
