El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa municipal de limpieza, Lipasam, ha puesto en marcha la primera fase del proyecto de recogida selectiva de residuos orgánicos domésticos, mediante la instalación de 150 contenedores específicos en el barrio de Sevilla Este. Unos depósitos que, a diferencia del resto, funcionan mediante una tarjeta de uso individualizado por cada domicilio, con la que Lipasam quiere fomentar el compromiso de los vecinos de Sevilla con el reciclaje y, por tanto, con el medio ambiente.

 

Así pues, el de tapa marrón va a ser el cuarto contenedor que encontremos en cada punto de recogida selectiva junto a los ya conocidos verde (vidrio), amarillo (envases) y azul (papel y cartón). 

Según ha podido saber Viva Sevilla, desde el pasado 3 de diciembre Lipasam ha repartido ya más de 1.500 tarjetas que han sido solicitadas por los vecinos en los puntos de información instalados a tal efecto en varios espacios estratégicos del barrio y donde van a permanecer hasta el 21 del presente mes de diciembre.

El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha podido comprobar este jueves el funcionamiento de estos nuevos contenedores durante una visita al barrio en la que ha animado a los vecinos a reciclar. Espadas ha explicado que este nuevo sistema de contenedores controlados por tarjeta permitirá controlar uno de los principales problemas de la limpieza en la ciudad, como es lel hecho de que "cada uno asumamos nuestras responsabilidades, que depositemos la basura a la horas adecuadas y que los contenedores no se puedan abrir". Además, según el regidor hispalense, este sistema también posibilitará ser más eficaces en la recogida, al saber cuándo el contenedor está lleno.

 

Esta primera experiencia cuenta con un presupuesto de 275.000 euros y la idea es ir ampliando la red de contendeores de materia orgánica a otros barrios de alta desnidad problacional como son Bermejales y la Zona Norte (dentro de los proyectos financiados con fondos europeos en la estrategia Edusi), según ha explicado la gerente de Lipasam, Virginia Pividal