La
pandemia provocada por el
coronavirus nos ha enseñado qué es un
cierre perimetral, una
cuarentena o incluso un
pasaporte Covid. Pero nada de esto es nuevo. Ya en el
siglo XIX, los sevillanos tuvieron que cumplir las
normas sanitarias impuestas por los
comités de expertos de la época para poder
combatir epidemias que diezmaron la población.
La
fiebre amarilla (1800) y el
cólera morbo (1833) obligaron a tomar medidas drásticas, como el
cierre de los barrios de Triana y los Humeros, epicentro de los oficios relacionados con el
río, por donde el tráfico de mercancías y de personas actuó como
principal propagador de las enfermedades. Las
mercancías, de hecho, pasaban también su cuarentena y eran
desinfectadas con el
gel hidroalcohólico de entonces, el vinagre. Los vecinos de Triana no podían cruzar a Sevilla si no presentaban la denominada
fe de sanidad, el documento que acreditaba que no se estaba enfermo, como el resultado de una
PCR de las de hoy. Además de mostrar este salvaconducto, las personas procedentes de las zonas contagiadas tenían que guardar
cuarentena en los
lazaretos, que se ubicaban en el
extrarradio de la ciudad, caso del convento de Santo Domingo de Portacoeli.
Ante la virulencia y explosión de las pandemias, los expertos y las autoridades sanitarias del siglo XIX obligaron a
limpiar las casas y a asear las calles, así como
prohibieron las reuniones públicas y suspendieron los espectáculos, caso de los teatros y las corridas de toros. No quedan ahí los paralelismos entre las pandemias de hace dos siglos y la actual. El
Hospital de las Cinco Llagas, sede actual del Parlamento de Andalucía, fue el
Hospital Militar de entonces,
dedicado a la atención de los enfermos de la pandemia.
La historia se repite y está al alcance para que de ella se extraigan conclusiones y enseñanzas. Éste es el objetivo de la exposición
Documentos para la esperanza. De cómo Sevilla salió de las epidemias del XIX inaugurada este martes por la
consejera de Cultura, Patricia del Pozo, en el
Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Con esta iniciativa, que se enmarca en la
programación El documento del mes, el Archivo desvela las consecuencias de las pandemias que se sucedieron en la Sevilla del XIX y las medidas que tomaron las autoridades para paliar sus efectos. Medidas que acabaron con las pandemias a los dos años, aunque siguieron registrándose brotes puntuales.
Los documentos que se exponen proceden de la
Escribanía de Guerra, la Fábrica de Tabacos y la Real Audiencia de Sevilla.
La
exposición puede verse de lunes a viernes en horario de 9.00 a 14.00. Los documentos seleccionados se pueden consultar íntegramente en la página web del Archivo (juntadeandalucia.es/cultura/archivos/ahpsevilla).