La Guardia Civil ha desarticulado una trama de cazadores furtivos dedicada a la taxidermia ilegal, que manipulaba precintos de caza para reutilizarlos en un taller en la localidad de Móstoles (Madrid).
Los investigadores detectaron la existencia de un taller en situación ilegal, al carecer de Licencia Ambiental, dedicado al disecado de animales. En esas instalaciones, los agentes hallaron un gran número de trofeos , así como precintos de distintas temporadas.
En este sentido, se han intervenido 13 trofeos de corzo, un cráneo de lobo, un congelador con especies alóctonas pendientes de realizar taxidermia, cuatro trofeos de macho montés y 123 precintos de caza, mayoritariamente manipulados.
Tras examinar los precintos, los investigadores descubrieron que las fechas de caza marcadas en algunos de ellos no coincidían con los datos facilitados por las Delegaciones Provinciales de Caza, y en otros se habían duplicado.
INVESTIGAN A 23 PERSONAS, ENTRE ELLAS UN TAXIDERMISTA
Los agentes han investigado a 23 personas imputados presuntamente por delitos de falsedad documental, contra la flora, fauna y animales domésticos, encubrimiento, receptación y grupo criminal.
Entre las personas investigadas, se encuentra un taxidermista y 22 personas más, cazadores y gestores de cotos, localizados en las provincias de Ávila, Burgos, Valladolid, Guadalajara y Madrid.
Asimismo, los agentes localizaron sesenta cotos repartidos por todas las provincias de Castilla y León, Extremadura y Aragón junto con los de las provincias de Guadalajara, Albacete, Toledo, Málaga, Castellón, Tarragona, Madrid. Las Reservas Regionales de Caza de Castilla y León y de Aragón también han sido afectados.
Hasta el momento, la Guardia Civil ha esclarecido un total de 33 delitos y se ha procedido a la clausura del taller ilegal de taxidermia.