El cabecilla ha sido detenido en Portugal por el Equipo de Investigación Tecnológica
Una organización criminal dedicada a la estafa piramidal a través de la venta de franquicias multinivel, de la que obtuvo casi tres millones de euros de sus víctimas, ha sido desarticulada y el cabecilla ha sido detenido en Portugal por el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza.
Como resultado del análisis de la información obtenida, tanto en la investigación llevada a cabo en España, como los datos aportados por las autoridades portuguesas y brasileñas entre los meses de agosto y septiembre de 2017, se localizó e investigó a 8 integrantes de la red, 3 de ellos en Sevilla, 3 en Pontevedra, uno en Madrid y uno de los líderes en Portugal.
La detención del principal líder de la red criminal se efectuó como resultado de la orden de detención europea dictada por el Juzgado de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), y que tuvo lugar el 24 de febrero de este año en el aeropuerto de Lisboa cuando esta persona desembarcaba de un vuelo procedente de Brasil.
El detenido, un varón de 66 años, fue trasladado posteriormente al centro penitenciario de la localidad zaragozana de Zuera, donde permanece desde finales del mes de marzo, informa el Instituto armado en una nota de prensa.
La operación, denominada 'Faraones', se inició en octubre de 2016 tras el conocimiento de un presunto delito de estafa cuya víctima residía en la localidad de La Muela (Zaragoza).
La denunciante comunicó que en octubre de 2015 observó un anuncio en una conocida red social en el que se publicitaba la adquisición de franquicias multinivel como forma de ganar dinero de manera segura y sin necesidad de salir de casa.
Tras este llamativo anuncio la denunciante contactó con la patrocinadora e inició posteriormente un curso de formación "online" de marketing llegando incluso a conocer a los líderes del grupo, tanto en España como en Portugal.
La víctima de la estafa llegó a realizar transferencias cuyo importe ascendió a casi 5.000 euros y además, convenció a un familiar para que se introdujera en este negocio, que también efectuó ingresos por una cantidad similar.
Transcurridos los meses, en los que no obtuvo beneficio alguno, se puso en contacto con los líderes, quienes se excusaron en problemas técnicos y le dieron como solución entregar los mismos a través de adquisición de criptomonedas y de una tarjeta bancaria con la que podría hacer extracciones de beneficios en cajeros automáticos.
Las soluciones que ofrecieron a la denunciante nunca le permitieron obtener ninguna cantidad económica, percatándose entonces de haber sido víctima de una estafa.
Los especialistas de EDITE, tras tener conocimiento de este hecho, iniciaron una investigación en la que determinaron que se trataba de una estafa piramidal en la que había varias víctimas distribuidas por el territorio nacional, además de existir investigaciones por estos hechos en Madrid, Sevilla y Vigo.
Tras analizar los diferentes datos, los investigadores obtuvieron las identidades de varias personas que, actuando de manera coordinada y jerarquizada, llevaban a cabo la estafa piramidal actuando desde diferentes puntos de España y cuyos dos principales líderes lo hacían desde Portugal y Brasil.
Así, el dinero que aportaban las víctimas se transfería a cuentas bancarias de Portugal y posteriormente se desviaba, de manera muy rápida, a otras en Brasil, pertenecientes a empresas que estaban vinculadas a la misma actividad y cuya titularidad correspondía a los líderes de la organización.
Los integrantes de esta red organizaban eventos para sus futuros inversores en hoteles de lujo y diferentes poblaciones, donde les informaban de este “exitoso” negocio llegando a convencerles a través de otras personas que actuarían de “anzuelo”, exponiendo a los asistentes los beneficios que ya habían obtenido.
También se comprobó cómo los componentes de esta organización llegaron a cambiar el nombre de las empresas en varias ocasiones, ya que al transcurrir un tiempo y no obtener beneficios los inversores y percatarse de ser víctimas de estafas, iniciaban nuevamente la actividad delictiva bajo otro nombre pero con el mismo "modus operandi".
En el periodo de dos años y medio esta organización llegó a obtener más de tres millones de euros de beneficio por las estafas.
A todos los detenidos se les imputan delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. A los dos líderes de la organización les constaban antecedentes por hechos similares y las empresas que dirigían estaban siendo investigadas por estafas.
Esta operación, por la que se detectaron casi una veintena de víctimas y otras muchas que no llegaron a denunciar los hechos, ha sido desarrollada por el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza, con la colaboración de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de la Guardia Civil de Sevilla, Madrid y Pontevedra.