El Papa Francisco ha denunciado que hay familias que no tienen para comer porque tienen que pagar la hipoteca a los "usureros", algo que considera una "plaga social", durante la audiencia general de este miércoles.
"Esto no es cristiano, no es humano", ha añadido, al tiempo que ha elogiado la labor de las asociaciones que dan información y se preocupan por las personas "víctimas de la usura dramática". "Esto es una plaga social", ha denunciado.
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha exclamado también, con voz clara y firme, que no "falte nunca el trabajo", que es fuente de dignidad y ha exigido que sea la preocupación central de todos.
El Papa ha recordado que el viernes próximo se celebra la memoria litúrgica de San Juan Boscosa. Francisco se ha centrado en su figura "del padre y maestro" y se ha dirigido en especial a especial a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados.
A los jóvenes les ha deseado que la figura de San Juan Boscosa les "acompañe en los años de estudios y formación"; a los enfermos les ha invitado a "no perder la esperanza, ni en los momentos más duros del sufrimiento"; a los recién casados, les ha aconsejado que se inspiren "en el modelo salesiano del amor preventivo" y en la educación integral de los hijo.
Francisco ha continuado con su catequesis de los sacramentos y se ha centrado en la Confirmación y en los dones que conlleva. La confirmación, según ha explicado el Papa, "ratifica la gracia bautismal" y concede la "fuerza especial del Espíritu Santo".
"El sacramento del bautismo y el de la confirmación --ha comentado el Papa-- forman junto con el de la Eucaristía un único evento de salvación: la iniciación cristiana, a través de ella nos sumergimos en Jesús muerto y resucitado y nos convertimos nuevos criaturas y miembros de la Iglesia".
En su tono directo habitual, ha explicado que la Confirmación, como todos los demás sacramentos, "es una obra de Dios, que cuida las vidas para moldearlas a la imagen de su Hijo, para que se pueda amar como Él.