El transporte escolar, que usan a diario unos 230.000 alumnos en España, es el objetivo esta semana de la campaña de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT), que recuerda que en 2015 27 autobuses escolares se vieron implicados en accidentes en los que resultaron heridos nueve ocupantes.
Los agentes comprobarán usos del cinturón de seguridad, autorizaciones y documentos del vehículo y del conductor, tiempos de conducción y descanso y velocidad y realizarán controles de alcohol y drogas y del uso de teléfonos móviles y otros aparatos que supongan distracción, informa la DGT.
La DGT recuerda que velocidad y distracción son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos.
El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha destacado con motivo de la presentación de esta campaña que "es un medio de transporte seguro como muestran las cifras de siniestralidad vial ya que el año pasado no se produjo ninguna víctima mortal entre los usuarios de este tipo de vehículos".
No obstante ha añadido que "debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia para mantener estos niveles de seguridad".
Precisamente la semana pasada fueron identificados dos conductores de este tipo de vehículos que dieron positivo en los controles de alcohol y drogas.
Uno de ellos fue una conductora de un autobús escolar que transportaba niños de un centro escolar ubicado en Villaviciosa de Odón (Madrid) que dio positivo con 0,28 y 0,27 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, casi el doble de lo permitido, estando limitada la tasa de alcohol para los conductores profesionales en 0,15.
Asimismo en Trujillo (Cáceres) un hombre fue detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir un autobús escolar quintuplicando la tasa de alcoholemia (0,84).
Los agentes inmovilizaron el vehículo hasta que otro conductor de la empresa se personó en el lugar para hacerse cargo del vehículo y continuar con la ruta escolar.
Actualmente más del sesenta por ciento de este tipo de vehículos equipan ya los cinturones de seguridad y desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduce las lesiones mortales en un noventa por ciento en caso de choque frontal o vuelco ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero y reduce los impactos en pecho, abdomen y piernas.
Se ha invitado a los municipios de más de 20.000 habitantes a sumarse a la campaña de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea tanto en zona urbana como en interurbana.
De los veintisiete accidentes en los que se vieron implicados el año pasado autobuses escolares, catorce ocurrieron en vías interurbanas y trece en urbanas.
Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad de los vehículos dedicados al transporte escolar, la gran mayoría de ellos ocurren en vías convencionales. De hecho en lo que llevamos de año el 65 por ciento ocurrieron en este tipo de vías.
El tipo de accidente más frecuente es la colisión fronto-lateral y la distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores concurrentes más frecuentes.
La DGT informa de que los trayectos de casa al colegio pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial como no pararse nunca detrás del autobús, esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante.
Asimismo dentro del autobús mantenerse sentado y con el cinturón puesto, no correr al llegar al autobús y al salir y obedecer al conductor y al monitor
