La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha denunciado este miércoles el "balance desolador" que deja 2017, un año en el que han muerto más de 3.000 personas en el Mediterráneo, al menos 223 intentando llegar a las costas españolas y las autoridades en la UE y España mantienen "el orgullo de incumplir" sus compromisos con los refugiados.
"Al terminar el año, el balance sigue siendo desolador. Aunque se hayan reducido respecto a 2016, se volvieron a superar las 3.000 muertes en el Mediterráneo. Miles de refugiados siguen atrapados en Grecia y otros países de Europa central. A pesar de nuevas promesas, los estados de la UE siguen muy lejos de cumplir sus acuerdos. Y los discursos xenófobos y abiertamente racistas no dejan de propagarse a ambos lados del Atlántico", dice la organización.
Para CEAR, "falta por ver la respuesta ante el notable aumento de solicitudes de asilo que se ha producido este año en España", pero el mencionado "orgullo de incumplir" con los refugiados "hace difícil pensar que el 2018 será un año de buenas noticias'" para ellos.
El balance detalla los hechos más relevantes en materia de migraciones y protección internacional a lo largo de este ejercicio, como la muerte en julio de 49 personas ahogadas cuando trataban de llegar a España en el mar de Alborán. Según la OIM, hasta diciembre han perecido en el mismo intento al menos 223 personas y según APDHA, en los últimos 20 años se contarían cerca de 6.000.
La falta de avances en el caso del Tarajal, donde 15 migrantes murieron intentando cruzar de Marruecos a Ceuta en 2014, la dramática situación de los refugiados que se encuentran en las islas griegas como en "una ratonera" o las "nefastas condiciones y falta de espacio" de las salas del aeropuerto de Barajas para alojar a las personas que solicitan asilo, son otros de los asuntos que han centrado la actividad de la organización.
Asimismo, en septiembre, cuando venció el plazo para cumplir los acuerdos europeos sobre los programas de reubicación y reasentamiento, CEAR constató que España apenas superaba el 11% de cumplimiento del pacto.
La recta final del año estuvo marcada por la publicación de imágenes de "un temor ya conocido", el mercado de esclavos migrantes y refugiados en Libia, donde "de nuevo, se volvía a poner precio a la vida humana".