El hombre juzgado por estar en posesión de 3.367 imágenes eróticas y pornográficas de niñas entre 9 y 15 años en un disco duro ha sido condenado a ocho meses de prisión por el Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón por un delito relacionado con la explotación sexual y la corrupción de menores.
El acusado, que durante el juicio había negado los hechos y había reconocido ser consumidor de pornografía para adultos pero "100 por 100 legal", presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Asturias, ha confirmado a Europa Press su abogado, Marcelo Villanueva.
La sentencia rebaja en un mes la petición de prisión hecha por la Fiscalía. El Juzgado, no obstante, no ha condenado al procesado a los tres años de libertad vigilada que el Ministerio público había pedido.
Para el letrado de la defensa, que había solicitado la libre absolución de su cliente, el fallo judicial "comete errores" que probarían la inocencia de su defendido, como es la escasa mención que se hace al informe de la Comisaría General de la Policía Científica en el que se constata que en los dispositivos digitales incautados en casa del acusado durante el registro efectuado tras su detención, no había "ningún contenido ilegal".
También ha llamado la atención sobre que el Juzgado entienda que no se ha roto la cadena de custodia de la prueba principal, el disco duro donde aparecieron según la sentencia las imágenes pedófilas de menores entre 9 y 15 años.
Villanueva ha incidido en que el disco duro, que su cliente llevó en julio de 2016 a una tienda de informática a reparar, pasó por otras dos empresas y en la última, donde se recuperaron los datos, por al menos dos personas antes de llegar a la Policía.