España es uno de los países de toda Europa que más gasta en fitness y bienestar. Tal y como arroja un reciente
estudio de Myprotein, el adulto español gasta una media de 165 euros mensuales en este ámbito. Esta cifra, traducida a la media de vida habitual, se traduce en más de 120.000 euros invertidos en salud, deporte y buena alimentación durante toda la vida de una persona en nuestro país.
Cifras que nos llevan a colocarnos por encima de la media europea por una diferencia de algo más de 4 euros de promedio. Por encima de los españoles se encuentran los italianos, con una
media anual de más de 2.300 euros, que se traduce en unos casi 200 euros al mes. Son datos que llaman la atención y que demuestran la preocupación de la población española por mantenerse sana; pero que también arrojan otra cuestión.
¿Tan caro es llevar una vida sana y ser deportista?
¿Cuánto cuesta hacer deporte con regularidad en España?
Para hablar del
gasto en el ámbito deportivo, lo más justo es ampliar un poco más el espectro y centrarse en todo lo relacionado con llevar una vida "healthy", o al menos en todo lo relacionado con
bienestar y fitness. Cualquier persona en este país que se quiera dedicar mucho más a practicar deporte con regularidad y hacerlo de forma correcta, necesita preparar bastante más dinero del que aparenta a simple vista.
Los gastos se dividen en diferentes frentes. Y es que, para hacer deporte no basta solo con contar con el equipamiento o mantener una rutina, hay quienes prefieren acudir a un gimnasio o contratar a un entrenador personal, los que son más de salir a correr por su cuenta o ejercitarse en casa comprando maquinaria y utensilios para practicar ejercicio.
Hay muchas opciones diferentes, y eso hace que los costes oscilen considerablemente.
Los gastos más habituales al hacer deporte
Viendo las opciones más corrientes, podemos tener en cuenta al deportista que decide ir al gimnasio con regularidad. Tal y como indica el estudio citado, el gasto anual de
la suscripción a un gimnasio tiene una media en España de 865 euros al año, lo que se traduce en unos 72 euros cada mes. A eso hay que sumar también la ropa deportiva y cualquier accesorio que se deba llevar a estas instalaciones, algo que tiene un gasto anual promedio de 345 euros, traducidos en 28,75 euros mensuales.
Por otra parte, puede haber quienes prefieren contar con los servicios de un entrenador personal. En este caso, las cifras de gasto se reducen considerablemente, ya que hablamos de un
gasto total al año de menos de 140 euros, algo que implica poco más de 10 euros mensuales. No obstante, tenemos que sumar los gastos anteriores derivados de la ropa y accesorios deportivos. Puede que no se esté acudiendo a un gimnasio, pero sigue siendo necesario contar con el equipamiento que se va a utilizar.
Esas son las dos vertientes más habituales en nuestro país. Cabe también la posibilidad de que haya quienes decidan limitar su actividad a
salir a correr al aire libre, en cuyo caso se eliminan gastos de personal trainers y gimnasios. También puede que se opte por ejercitarse en casa, lo que hace que el gasto promedio en material se incremente considerablemente. Es necesario comprar mancuernas, esterillas y otros muchos accesorios que pueden subir la cifra cerca de los 200 euros anuales, o incluso más.
El precio de competir
No hay que olvidar que muchos deportistas deciden
competir para poner a prueba su capacidad física o, simplemente, buscar desafíos con los que exigirse más y marcarse objetivos. Es fácil calcular los costes derivados de esta tendencia, sobre todo porque cualquiera puede consultar el
precio de las carreras populares, en el caso de los runners, o el de cualquier otra competición a la que quiera inscribirse.
Estas cifras son mucho más fluctuantes, pero para nada deben despreciarse porque no hacen más que elevar la media de gasto deportivo. Practicar deporte y hacer ejercicio son algo totalmente necesario y recomendable para mantener una buena salud; pero quienes busquen subir el listón un poco más y ponerse a prueba compitiendo van a tener que ahondar un poco más en sus bolsillos, porque no es algo gratuito.
De hecho, esto suele provocar también un
incremento en el gasto de material y equipamiento deportivo. No basta con unas zapatillas cualquiera, ni tampoco una raqueta cualquiera. Cuando se aspira a la competición se sube también el nivel del equipo que se compra y, sí, eso también implica elevar el gasto. En resumidas cuentas, todo aquel que quiera competir en nuestro país, y en cualquier otro, tendrá que invertir mucho más en deporte. De hecho, si ya profundizamos en federaciones y niveles mayores, las cifras se abultan todavía más.
La alimentación también tiene un papel de peso
Junto a los hábitos deportivos, bien es cierto que
también entra en juego la alimentación. De nada sirve practicar deporte para mantener una buena línea si no se sigue una alimentación adecuada, de hecho, de nada sirve tampoco tener una alimentación adecuada si no se practica deporte. Son cuestiones que deben ir de la mano obligatoriamente si realmente se quiere seguir la senda del fitness y el bienestar.
Pero esto también
tiene su reflejo en los gastos. Tener un plan de alimentación adecuado implica invertir una
media de 153 euros anuales, cerca de los 13 euros al mes. A eso hay que sumar el coste de los productos alimenticios de mayor calidad (porque sí, comer más sano siempre suele ser más caro), y también los suplementos en caso de que se desee potenciar el resultado del entrenamiento.
Este último aspecto implica un pago de
más de 850 euros al año, el gasto más abultado como promedio en España. Algo que demuestra que ser deportista no es barato. Implica un coste que debe tenerse muy en cuenta, pero que vale la pena. Porque
hacer deporte es ganar en salud, y eso no tiene precio.