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La tribuna de Viva Sevilla

¿Cambio en el modelo productivo?

Tenemos que coger las riendas de nuestro destino y no esperar que nos lo marquen desde Bruselas o desde Madrid.

El pasado 21 de marzo tuve el honor de leer mi discurso de ingreso en la Academia Andaluza de Ciencia Regional. Versó sobre lo que ha sido mi tema de investigación a lo largo de toda mi vida académica: la modelización multisectorial a nivel regional.

Este tipo de investigaciones han proliferado tanto a nivel nacional como regional. Gracias a que la disponibilidad de datos a nivel regional ha aumentado considerablemente en los últimos años, se han podido construir Matrices de Contabilidad Social que han permitido realizar una gran variedad de aplicaciones a temas de enorme interés para las economías regionales, como pueden ser los efectos de la aplicación de impuestos y tasas, los efectos de la recepción de Fondos Europeos o los efectos de inversión en energías alternativas.


La construcción de matrices de contabilidad social regionales ha permitido a los investigadores analizar las economías regionales desde un punto de vista global, pues en ellas quedan reflejadas todas las relaciones económicas existentes entre todos los sectores de la economía. Estas bases de datos suponen por sí mismas una fuente de información valiosísima de cara a analizar políticas económicas.


La diversidad de análisis de impacto que tienen las diferentes modelizaciones que se han descrito en el presente Discurso nos hace ser conscientes de la importancia de este tipos de modelos, no sólo para los investigadores, sino por el interés que tienen o podrían tener para los gobiernos regionales a la hora de tomar decisiones sobre determinadas políticas económicas, al tratarse de un instrumento metodológico idóneo para su evaluación ex-ante, on-going y ex-post.
Todo esto me ha permitido, en mis más de 20 años analizando la economía andaluza, extraer una serie de conclusiones de política económica aplicadas al análisis de la economía andaluza, pudiendo destacar:


1. A lo largo de estos más de 20 años, prácticamente no se ha visto alterada la estructura productiva de la economía andaluza, sectores con mayor capacidad de influencia y respuesta en términos de producción y empleo.


2. Se puede hablar de ausencia casi total de cambio estructural a pesar de los Fondos Europeos recibidos y más recientemente del Impacto de la crisis.


3. Se sigue mantieniendo una debilidad y escasa articulación de la economía andaluza.


4. La capacidad productiva sigue basada en la Construcción y Actividades de Servicios (vinculadas al Turismo), así como relevante peso del Sector Público en la estructura económica. Destacando al mismo tiempo el Sector primario, Extractivas y la Industria Agoalimentaria dentro del sector secundario. Aquí podemos incluir más recientemente al Sector Industrial Aeronáutico.


¿Qué debemos hacer ante este panorama? Comienzo a pensar que el cambio de modelo productivo es una quimera. Que lo que tenemos que hacer es hacer productivo el modelo.

Poseemos recursos naturales que debemos no sólo explotarlos y extraerlos, sino transformarlos para incrementar su valor añadido. Andalucía tiene factor L -mano de obra cualificada como nunca la ha tenido-. Tiene factor K -infraestructuras que pueden propiciar la dinamización de la economía- y tiene factor T -tierra y recursos naturales. Lo que nos falta es combinar esos tres factores con la tecnología adecuada para ser altamente productivos. Es decir, incluir I+D+i. Investigacion+Desarrollo +Innovación.


Tenemos que coger las riendas de nuestro destino y no esperar que nos lo marquen desde Bruselas o desde Madrid. El cambio de modelo puede ser no la vía, pero sí la mejora y la modulación del mismo.

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