La Cabalgata de Reyes más atípica de los últimos años en Algeciras ha sido un rotundo éxito de público. Miles de personas en cada parte del recorrido esperaban entusiasmadas la llegada de sus majestades, que este año se había adelantado por el mal tiempo y que incluso había tenido que modificar su recorrido por las obras de la zona de bajas emisiones en la avenida Capitán Ontañón.
A pesar de este respaldo masivo, lo cierto es que la cabalgata ha logrado sortear la lluvia casi 'in extremis', y es que ya a las cinco de la tarde comenzaban a caer las primeras gotas, como estaba previsto. Ese había sido el motivo por el que el Ayuntamiento, de acuerdo siempre a la apretada agenda de Sus Majestades de Oriente, había adelantado a las 15.00 horas, dos horas antes de lo previsto. A los asistentes que habían recibido también a los Reyes Magos haciendo sonar sus latas en el Llano Amarillo, esta circunstancia obligó a que tuvieran que hacer acopio de ingenio para poder almorzar a tiempo de ese reencuentro a través de las carrozas. La mayor parte de los restaurantes desde el paseo marítimo hasta el mismísimo Parque Feria estuvieron absolutamente desbordados de trabajo durante las dos horas entre uno y otro evento y los parkings estaban llenos, incluso el gratuito del Centro Comercial Bahía de Algeciras.
También se había anunciado un cambio de itinerario por las obras de la segunda fase de la zona de bajas emisiones, por lo que, en lugar de acceder al centro por la zona de la escuela de artes la comitiva se adentró, tras salir de Hacienda, por calles de La Reconquista hasta llegar a la avenida Fuerzas Armadas, desde donde accedió a la avenida Blas Infante hasta el parque Reina Cristina.