‘Cal, Piedra y Velas’ fue el pretexto perfecto para visitar una vez más el casco antiguo de Arcos, iluminado por segundo año consecutivo exclusivamente con la luz natural de 7.500 velas (dos mil más que en 2023), otra forma de contemplar el Arcos monumental. No obstante, el evento desarrollado contó con un trabajo extraordinario de los trabajadores electricistas para apagar la iluminación pública por unas horas.
Con la organización de la Delegación de Cultura, ‘Cal, Piedra y Velas’ fue de nuevo una extraordinaria ocasión para poner en valor la belleza patrimonial que entraña el recinto histórico, para darlo a conocer a nuevos visitantes y mostrar esa otra visión del lugar a quienes habitualmente discurren por él por razones de vecindad. Si hubo una pega, fue el agobiante calor de la noche que con las velas aumenta su sensación.
El encuentro que aspira a consolidarse con el tiempo como una actividad clave en la particular oferta veraniega de la ciudad, fue además una nueva oportunidad de negocio para la hostelería especialmente del casco antiguo, que este verano ha gozado de un gran éxito a tenor de las visitas turísticas.
El delegado de Cultura, Andrés Camarena, valoraba muy positivamente esta segunda edición de la conocida popularmente como ‘La noche de las velas’, destacando “la colaboración ciudadana, el respeto y la fluidez con la que se ha desarrollado”. Aunque no ha ofrecido datos de visitantes, cabe recordar que el acontecimiento reunió el pasado año a alrededor de 10.000 personas.
