Que las preliminares se han hecho largas, es evidente. Ha sido tanto tiempo entre la primera y la última jornada, que ha trastocado las reglas no escritas de este concurso. Antes, las clasificatorias, servían para traer aquellas letras que considerabas necesarias en el repertorio pero que tal vez no puntuaran mucho, sobre todo cuando se estableció que en cuartos se empieza de cero. Pero el concurso se hace viejo a los diez días, y seguíamos con la primera ronda, así que los que han cantado más tarde han tenido que diseñar para su debut casi un adelantado pase de cuartos, para llamar la atención frente a los rivales. Otro efecto de esta larga duración es la impaciencia de la gente por diseñar ya sus finales y sus premios.
Pero a todos esos quiero recordarles, que como se suele decir, el concurso empieza ahora. Ya ha pasado la primera impresión y ahora veremos el desgaste de esas ideas y de las letras. Recuerden que Los Cobardes quedó séptimo en clasificatorias, igual que Los Gladiadores de la Caleta, Que la chirigota del muerto del Bizcocho no contaba ni para semifinales en la primera vuelta,
Que los enteraos pasaron casi sin pena ni gloria en su estreno y luego creció y supo a poco su tercer premio. Recuerden también la Serenísima, que la gente se acostumbró con el paso de las fases del concurso. Así que felicidades a los 52 grupos de cuartos porque no todo está hecho y ha llegado el momento de crecer.