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El CD Guadiaro muere con las botas puestas en la final del ascenso ante el Cádiz C (4-1)

El cuadro guadiareño estuvo apoyado por 150 aficionados en El Rosal

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  • Afición del Guadiaro aplaude a los suyos en Cádiz -

El CD Guadiaro lo peleó hasta el último momento, pero acabó cayendo en la final de la fase de ascenso (4-1) frente al Cádiz C Balón.

El partido tuvo gran ambiente desde el inicio gracias a los 150 aficionados guadiareños que se dieron cita en las gradas de la Ciudad Deportiva del Rosal para animar a los suyos. Los cánticos no cesaron ni un instante para impulsar los suyos

Al cuadro que entrena Sergio Mena le tocó el rol de defender en el inicio del encuentro. El Cádiz C se hizo con el esférico frente al obligado bloque bajo de los visitantes, que achicaba sin mayores problemas los intentos del filial.

Con el paso de los minutos, el Guadiaro empezó a tener posesiones más largas, haciendo valer su talento para mover el esférico. En una de las primeras combinaciones ya pisaron área y, en una de ellas, llegó el primer tiro, repelido por la defensa.

La velocidad y toque de los jugadores cadistas les permitía llegar con facilidad a línea de tres cuartos. El algecireño Raúl Pereira, formado en el Loluba, fue un dolor de cabeza para el lateral visitante Jerson. Un duelo precioso con ambos empleados a fondo.

Precisamente una internada de Pereira por izquierda, que acabó en córner, propició el primer gol del Balón. Marcos la sacó en corto para el algecireño, que se la devolvió y el 6 del Cádiz la clavó en la escuadra, imposible para el portero.

La cosa iba de golazos y el Guadiaro no se quedó atrás. Keke botó una falta desde la frontal del área. El 7 la coló entre la barrera al palo corto, inalcanzable para el meta del filial. El rincón de la afición visitante enloqueció con el empate.

Para cerrar unos últimos minutos más descafeinados de la primera mitad, se formó una tangana después de que el Cádiz C siguiese una jugada con un futbolista del Guadiaro doliéndose sobre el césped. Por suerte, todo quedó en nada.

2ª parte

Los pupilos de Sergio Mena tardaron en volver de vestuarios y no porque no estuvieran en el césped. En el primer minuto de la segunda mitad, el Balón encadenó una jugada rápida que Luis Morales remató para batir al guardameta y adelantar a los locales de nuevo.

La intensidad inicial se prolongó durante el primer tramo del segundo tiempo, con el Cádiz pisando área con facilidad y el Guadiaro sufriendo horrores para sacar la pelota y cruzar la línea del centro del campo.

Con más coraje que acierto, el equipo del Valle intentaba acercarse a la meta del filial. Poco a poco iban entrando cambios ofensivos para buscar un remate o una contra. Alberto, incorporado para una falta, tuvo la mejor tras un centro de Jerson, pero el meta se hizo con ella sin problema.

El juego psicológico fue entrando en liza, con el Cádiz intentando arañar segundos al crono y la tensión subiendo. De hecho se produjeron un par de conatos de tangana que el colegiado resolvió sin tarjetas rojas.

Sergio Mena siguió metiendo cambios ofensivos para intentar una que entrase. Sin embargo, a falta de cinco minutos, el algecireño Pereira puso la puntilla al Guadiaro con un tanto a la contra imposible para la defensa de un cuadro guadiareño al que le faltaban ya fuerzas para correr.

No se rindieron los visitantes, que tiraron de casta y coraje para intentar recortar distancias en el marcador y soñar hasta el último segundo. Pero, de nuevo, una contra al espacio de Pereira por izquierda puso el 4-1 definitivo.

Ni la derrota impidió que la afición roja aplaudiese a los suyos y cantase orgullosa “Yo soy de Guadiaro”, reconociendo la gran temporada de su equipo. La próxima campaña será una nueva oportunidad.

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