Feliciano López, que hoy cayó ante el canadiense Milos Raonic en el Abierto de Australia, echa de menos el "tenis-arte", porque es consciente que ahora apenas existen jugadores como él que vivan pegados a la red y que destilen técnica en cada punto.
Feliciano cree que todo se debe a la mejora física y a los materiales, pero esto no solo ocurre en el tenis, también en otros deportes. "En el fútbol igual, ya no se ven jugadores como Messi que regatean a cinco tíos y meten un gol luego, y en el baloncesto Lebron James pega un salto de tres metros sobre el aro", dijo el toledano, un "rara avis" del circuito donde los jugadores apenas se acercan a la malla para rematar el punto.
"Hoy en día, Karlovic sube, Llodrá subía bastante, pero ya no está. No encuentro un jugador que suba tanto a la red, pero en mi caso es la manera que tengo que jugar", dijo. "No me considero malo desde el fondo, pero de la línea de fondo hacia adelante tengo soluciones para resolver las ocasiones que se presentan y cada uno tiene que explotar sus armas, en mi caso el saque que tengo".
"En la red me encuentro más cómodo", continuó. "Cada uno hace lo que considera que tiene que hacer y usa sus mejores golpes y lo que más rendimiento le da", precisó Feli, al que sus 21 "aces" no le bastaron para doblegar a Raoic, porque el canadiense logró incluso nueve más.
"El tenis no es un espectáculo como era antes, la gente pega más fuerte, eso es un hecho", admitió después, "los materiales son mil veces mejores que antes, las raquetas más potentes, y la gente más fuerte y mejor preparada físicamente, pero para pegar a esa velocidad hay que tener un talento", radiografió Feliciano López. "No todo el mundo es capaz de jugar así".
Feli degustó anoche el encuentro entre Andy Murray y Grigor Dimitrov en el que "la velocidad era un espectáculo", dijo. "Me parecen dos jugadores de un talento brutal. Depende del partido que veas puedes pensar una cosa u otra. Es verdad que el tenis va en esa dirección pero todavía es pronto para hablar de cambios para poder cambiar reglas, como jugar con un saque solamente".
"Es pronto, esperemos cuatro o cinco años para que las nuevas generaciones se afiancen en el tenis y ver que dirección lleva este deporte, pero es evidente que la gente le pega cada vez más fuerte, más duro a la bola, eso es obvio", señaló Feliciano, que comparó esta etapa con los inicios y recalcó que las nuevas tecnologías han revolucionado también el juego.
"Antes se jugaba con raquetas de madera que pesaban 400 gramos y solo levantarlas era un milagro, imagina para ganar un punto. Tenían que inventárselas de mil maneras. Ahora con las nuevas raquetas, con un poco de potencia puedes pegar un ganador desde cualquier lado, eso antes era impensable", señaló.
También cree el zurdo toledano, que se casará el próximo 17 de julio en la iglesia de San Juan de los Mártires en Toledo con Alba Carrillo, que el hecho de ser padre y ser profesional de tenis es cuestión de compatibilidades.
"Cualquier jugador profesional que aguante a ese nivel de exigencia es admirable, en el caso de Roger (padre de cuatro hijos), Nadal y Djokovic (de uno) mucho más. Si no ganas una semana se considera un fracaso, hay que tener mucha fuerza mental, Federer (dos parejas de gemelos) mucho más, por todos los años que lleva. Eso es lo más admirable", dijo.
"Cada uno gestiona su vida personal lo mejor que puede para seguir compitiendo al máximo nivel. No es incompatible, ser padre o tener una familia y seguir jugando al máximo. Yo no soy padre (Alba Carrillo aporta a la pareja su hijo Lucas fruto de su relación con Fonsi Nieto) pero veo a jugadores que lo son y es un cambio en tu vida, la gente que lo hace está preparada para poder combinarlo y ser competitivo", añadió.
"Entre los cinco primeros hay cuatro que son padres y son capaces de ello", concluyó Feliciano López.