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El Puerto

Las subvenciones deberán esperar

Los clubes, sin fecha y sin noticias aún la cantidad a recibir, recelan ante un futuro dudoso para las entidades deportivas.

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  • Sentados pacientemente aguardan una solución positiva. -

A falta de once días para que 2012 llegue a su fin, las subvenciones municipales correspondientes a los clubes amateur, deberán seguir esperando, a tenor de lo expuesto en la reunión mantenida días pasados entre el colectivo que engloba a distintas entidades y el propio Ayuntamiento portuense.

A principios de este año se anunciaba por parte del Consistorio que aunque las ayudas económicas se mantendrían aportando sistemáticamente a las entidades deportivas, no vacilaron al apuntar que éstas se verían de nuevo recortadas como ha venido sucediendo año tras año.

Las estrecheces económicas y la coyuntura actual tampoco invita a pensar que la realidad pueda tener un cambio óptimo a corto plazo.

Del mismo modo, para el año venidero se reglamentará un Decreto de Subvención de la partida de 2012 para que así los clubes no pierdan una subvención que, aunque con retraso, les corresponde del presente ejercicio.

Sin fecha concreta y sin conocer aún las partidas que se adjudicarán y por tanto las cantidades a percibir,  las entidades expresan su preocupación ante el nuevo retraso sufrido. Y es que la supervivencia de muchas de ellas, pasa inexorablemente por recibir esas ayudas que vienen a cubrir los lógicos gastos de la competición, tales como desplazamientos, accesorios deportivos o fichas.

El propio Enrique Moresco quiso hacer ver que el Ayuntamiento, ante las dificultades que entraña la extrema situación económica por la que atraviesa éste, debe priorizar en los pagos a realizar.

El futuro que le aguarda a los clubes amateur es evidente que no es halagüeño, en una situación que se empieza a cobrar equipos y secciones por el camino. En épocas de recortes, las ideas innovadoras o reinventar la financiación debe encontrar la solución.

La Gymnástica tuvo que renunciar a LF2

Los clubes empiezan a sufrir en sus propias carnes los problemas económicos. Un ejemplo que sirve a modo de prueba lo certificó la Gymnástica Portuense, que tras ascender de categoría tuvo que renunciar a jugar en la Liga Femenina 2.

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