Más de 200 centros educativos de Corea del Sur han decidido suspender sus clases para prevenir la propagación del brote del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) o nuevo coronavirus, anunció hoy el Ministerio de Educación de Seúl.
En total, 230 guarderías y colegios han cerrado temporalmente sus puertas ante la alarma generada por el virus, lo que supone aproximadamente el 1 por ciento de los 20.000 centros educativos de todo el país, informó el Ministerio en un comunicado.
Asimismo, las autoridades surcoreanas informaron hoy de que se han producido cinco nuevos contagios de MERS en el país, lo que eleva a 30 el total de casos hasta ahora, de los cuales dos pacientes han fallecido.
De los 230 centros educativos que han suspendido las clases la gran mayoría -184- se encuentran en la provincia de Gyeonggi que rodea Seúl y que alberga el hospital donde se detectó el primer contagio, mientras en la capital solo ha cerrado una escuela de primaria.
Las autoridades sanitarias surcoreanas no han revelado datos sobre el resto de hospitales donde se trata a pacientes de MERS para evitar que cunda el pánico en sus alrededores.
En este contexto, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, convocó hoy una reunión de emergencia de su gabinete para analizar la situación, según recoge la agencia local Yonhap.
Por su parte, el Ejército ha tomado medidas para evitar la propagación en sus filas, entre ellas la puesta en cuarentena de soldados con síntomas que puedan relacionarse con el virus y la creación de un equipo de respuesta a emergencias al que se sumarán el sábado otros cuatro especializados en epidemiología.
Además, los reclutas que realizan el servicio militar no podrán tomar días libres hasta nueva orden ni ser visitados por sus familias, mientras los entrenamientos de los reservistas se han aplazado, informó el Ministerio de Defensa.
La inquietud por el brote en Corea del Sur se ha intensificado tras confirmarse el martes los dos primeros muertos por el virus, una mujer de 58 años y un hombre de 71.
El MERS, que alcanzó su punto álgido hace aproximadamente un año en varios países de Oriente Medio, tiene una mortalidad del 40 por ciento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y no puede ser combatido con vacunas o tratamientos, aunque su contagio tampoco es fácil y requiere un contacto muy directo.
Unas 1.160 personas en 24 países han sido confirmadas como portadores del MERS-CoV desde que fuera detectado el primer caso en Arabia Saudí en 2012.