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Punta Umbría

Las penurias de un sector del que es difícil vivir, contadas por ilustradores

El continuo empeño por conseguir que un editor publique un libro infantil en un contexto de crisis económica, dentro de un mundo en el que las tiradas no son muy grandes y del que es difícil vivir, ascendió ayer en el debate que desarrollaron en Valladolid numerosos ilustradores.

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El continuo empeño por conseguir que un editor publique un libro infantil en un contexto de crisis económica, dentro de un mundo en el que las tiradas no son muy grandes y del que es difícil vivir, ascendió ayer en el debate que desarrollaron en Valladolid numerosos ilustradores.

Diferentes dibujantes y escritores de libros y álbumes destinados a los niños y a los jóvenes participaron ayer en una jornada de charla y debate encuadrada dentro del tercer Encuentro Internacional Álbum Ilustrado, Ilustratour Valladolid 2010, en la que han mostrado las características de su obra y explicado el funcionamiento del mundo en el que desarrollan su actividad.

Después de dejar sus estudios a los diecisiete años y de abandonar a un maestro japonés que le enseñaba el arte de trabajar con cerámica en una escuela ubicada en las montañas, el ilustrador de este país asiático Satoshi Kitamura decidió establecerse en Londres para desarrollar su profesión.

Allí, este afamado dibujante nipón bregó con diferentes editores y buscó formatos originales para que su obra fuera aceptada en las entrevistas y lograr un reconocimiento que finalmente logró, según ha explicado en su ponencia.

Para el escritor Daniel Nesquens, el meter la cabeza en el mundo de la literatura y la ilustración infantil es cuestión de “buen trabajo”, pero también de suerte, pues en la situación actual de crisis económica es “complicado” encontrar un editor, como también lo es conseguir un trabajo para una persona que se dedique a otra profesión.

Nesquens recomendó a los nuevos artistas que, en su trato con la editorial, ofrezcan buenas creaciones y que insistan en sus peticiones, aunque se ha mostrado convencido de que las buenas obras al final encuentran salida en el mercado.

Durante la mañana de ayer, los ilustradores expusieron y explicaron algunas de las técnicas que utilizan en su trabajo diario, como es el caso del ilustrador, escritor y diseñador madrileño Istvan Schritter, “Istvansch”.
En su intervención,el autor creó, un dragón al que puso el nombre de Ernesto Alejandro.

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